martes, 1 de noviembre de 2011

La noche de ánimas en Alcalá

  "La noche de difuntos me despertó a no sé qué hora el doble de las campanas...". Así comienza una de las más famosas leyendas de Bécquer, el monte de las ánimas, donde caracteriza el ambiente que se vivía -antes de la aparición de Halloween- en Castilla.
  Realmente la noche famosa del 31 al 1, sólo representa, como saben, la vieja fiesta celta del fin del verano y de las cosechas. Según aquella cultura, en esta fiesta se estrecha la franja que separa el mundo de los vivos del de los muertos, de ahí que se disfrazasen para burlarse de los espíritus. Festividad incorporada por los romanos posteriormente y que asimismo usó el cristianismo para festejar aquel día en que se rezaba por todos los santos que no tenían su fiesta en el año (Todos los Santos) y por los fallecidos (Fieles Difuntos). Inicialmente los primeros cristianos pasaban y vivían junto a las sepulturas de los seres queridos.
  La noche de difuntos a la que se refiere Bécquer, como él mismo indica, es la de esta misma noche. Es decir, la que pasa del día 1 al 2 de Noviembre. La noche de las ánimas las cuáles probablemente visiten las calles de Alcalá como lo han hecho desde siempre. Esta fecha, en que -curiosamente- también cambiamos la hora, Alcalá recoge las sombras de su historia en las noches frías de invierno cuando los vetustos edificios enmudecen hasta que grita su historia, sus fantasmas, y nos llaman en los resquicios de las ventanas cuando el frío golpea los cristales helados.
  Halloween sí, pero también nuestro Tenorio. Aquel en que, representado desde el siglo XIX en el Teatro Cervantes, vuelve cada año con su convidado de piedra a cenar en la mesa de don Juan Tenorio.
  ¿Vendrán esta noche con nosotros los espíritus de quienes invoquemos?
    Alcalá y su viejo cementerio lleno de historias, de lápidas borradas por el tiempo, de ángeles llamando al silencio, vírgenes de rostro caído, lémures que anuncian un mundo paralelo.
  Sin embargo, no hay que irse tan lejos. Alcalá tiene varios cementerios en su centro histórico, y muchas veces, pisamos encima de cuerpos enterrados hace siglos pero cuya presencia sigue entre nosotros....

....la noche de difuntos y Alcalá.

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